CARTA DE SAN MARCELINO AL HNO. BARTOLOMÉ
EL ESTILO EDUCATIVO DE MARCELINO A TRAVÉS DE UNA CARTA
Muy querido hermano Bartolomé y su querido colaborador:
Me he alegrado mucho al saber noticias suyas. Me alegra mucho que se encuentre bien de salud. También sé que tiene muchos niños; en consecuencia, tendrá muchos imitadores de sus virtudes, porque viéndole a usted, se forman los niños, y siguiendo sus ejemplos, no dejan de regular su conducta. ¡Qué importante es su tarea! ¡Qué sublime! Está de continuo entre aquellos con quienes Jesucristo tenía sus delicia, ya que prohibía expresamente a sus discípulos que impidieran a los niños acercársele. Y usted, querido amigo, no sólo no quiere impedírselo, sino que hace todo lo posible para conducirlos a Él. ¡Oh, qué bien recibido será por este divino Maestro! ¡Este Maestro generoso que no deja de recompensar ni un vaso de agua fresca!
Diga a sus niños que Jesús y María los quieren mucho a todos: a los que son buenos, porque se parecen a Jesucristo, que es infinitamente bueno; a los que aún no lo son (...), porque llegarán a serlo. Que la santísima Virgen los quiere además porque ella es la madre de todos los niños que están en nuestras escuelas. Dígales asimismo que yo también los quiero mucho; que nunca subo al altar santo sin pensar en usted y en sus queridos alumnos; que quisiera tener la dicha de enseñar, de dedicar en forma más directa mis desvelos a formar a esos tiernos niños.
Todos los establecimientos van más o menos bien.
Ruegue por mí y por todas las casas.
Tengo el honor de ser su afectísimo padre en Jesús y María.
CHAMPAGNAT
Sup, de F M.
Nuestra Señora del Hermitage, 21 de enero de 1830