CELEBRACIONES DE SEMANA SANTA EN EL SANTUARIO DE EL CHALLAO
Les compartimos los dÃas y horarios de Semana Santa en el Santuario de El Challao
âSemana Santa ¿entramos? ¿o no?â
En la Semana Santa, en ese camino que va desde la puerta de la ciudad hasta el Gólgota del Viernes Santo y hasta el sepulcro vacÃo del Domingo de Resurrección, hay un lugar que el Señor se reserva para mÃ. Hay un momento dentro de la Pasión que es para mÃ. Y el desafÃo si decido entrar en la Semana Santa con todo el corazón, es encontrarlo: será por las calles de Jerusalén, quizá sentado en la mesa de la EucaristÃa, será en el lavatorio de los pies, será sentado junto a Ãl en el patio, en soledad, será en el VÃa Crucis, o quizá al pie de la Cruz junto a MarÃa⦠no lo sabemos. Dios lo sabe y eso basta. Ãl sabe, de acuerdo a lo que estemos viviendo, dónde necesitamos encontrarlo en esta semana Santa. Y asà como en el Apocalipsis nos dice âsi me abres, entraré y cenaremos juntosâ, también podemos dejarnos decir por El âsi entrás, si me seguÃs en esta semana, te mostraré ese sitio en donde te espero: donde quiero perdonarte, donde quiero consolarte, donde tengo que quizá reprocharte algunas cosas cariñosamente, donde voy a suavizar tus heridas, donde voy a dar razón y sentido a tus luchas y a tus lágrimas.â
Por algo, los Santos Padres y los poetas han llamado a Cristo Crucificado âEl Libroâ: ese Libro abierto, sujeto con clavos, donde en éste momento tenemos que ir a leer la palabra que se reserva el Señor para nosotros.
Este es el desafÃo y la invitación: entrar de corazón en la Semana Santa. Ponerse despojado, frente a Jesús despojado, sin protocolos ni condiciones ni maquillajes, para encontrarnos allà donde nos espera, para escuchar la palabra que tiene para cada uno de nosotros.
El Señor no defrauda. Ãl no se deja ganar en generosidad. Quien lo busca lo encuentra. A quien golpea su puerta, se la abre.
No perdamos esta ocasión tan linda, esta cita de amor no transferible ni postergable. En esta semana santa dejémonos decir âEl Señor está allà y te llamaâ, y lo busquemos, para que buscándolo nos encontremos a nosotros mismos.
Padre Ãngel Rossi, SJ (ADAPTACIÃN)